Este blog invita a compartir ideas, reflexiones y proyectos sobre las políticas culturales que el Estado venezolano debe ejecutar en el período de gobierno 2012-2019. Su propósito es abrir un espacio de trabajo plural para concebir en equipo el componente cultural de Proyecto que la Mesa de la Unidad Democrática y su candidato único le propondrán al país en las elecciones presidenciales del 2012.
Venezuela cuenta con una importante tradición en el diseño y ejecución de políticas culturales modernas que tienen su antecedente primero en la creación del Servicio Nacional de Folklore y en la celebración, en 1948, de la Fiesta de la Tradición, dirigida por el poeta Juan Liscano, a propósito de la toma de posesión del presidente Rómulo gallego, el primer venezolano electo por voto universal y secreto de todos los ciudadanos,
Importantes instituciones Monte Ávila Editores, la Biblioteca Ayacucho el Sistema de Bibliotecas Nacionales, los Museos de Arte Contemporáneo, de Ciencias y de Bellas Artes, la Galería de Arte Nacional, el Festival Internacional de Teatro, el centro Nacional de Cinematografía, las Compañías Nacionales de Teatro y Danza, el Movimiento de Teatro Penitenciario, el Complejo Cultural Teresa Carreño, el Consejo Nacional de la Cultura, Fundarte, el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, el Centro Cultural La Estancia, el Museo de Arte Contemporáneo del Zulia, el de Arte popular de Trujillo y el de Arte popular de Petare; el Premio Internacional de novela “Rómulo Gallego”, el festival de Teatro de Oriente, las direcciones de cultura de la Universidades autónomas, la Televisora Nacional Canal 5 de televisión cultural, y el reconocido mundialmente Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles, entre otra decena de instituciones, son el testimonio de esa responsable preocupación de la democracia venezolana por el desarrollo de su campo cultural.
Ese impresionante desarrollo institucional tuvo una indudable repercusión en el desarrollo cultural del país, en la democratización del acceso de los ciudadanos a los bienes y servicios culturales y en el posicionamiento de las artes y los creadores venezolanos en el escenario internacional. Sin embargo, ese proceso no resolvió algunas áreas críticas –la descentralización del sistema cultural; los déficit de acceso a los sectores de menores recursos; el desarrollo de las industrias culturales nacionales; la reforma de la institucionalidad central- que quedaron como asignaturas pendientes en medio de la crisis que vivió el modelo bipartidista entre los años 1989-1998.
Lo que vino después es por todos conocido. El arribo del modelo militarista, autoritario, centralizador, personalista y belicista dirigido por Hugo Chávez ha desarrollado una política que ha significado, de una parte, poner la institucionalidad cultural venezolana al servicio del proyecto político bolivariano y no de la cultura nacional. Y, de la otra, a destruir de manera sistemática los logros y avances del período democrático. La improvisación, el sectarismo, la desprofesionalización del sector, entre otras tristes anomalías, nos han hecho retroceder décadas en el camino andado.
La tarea que nos proponemos ahora es triple. Retomar el hilo perdido de las estrategias culturales florecientes en el período democrático; atacar las deficiencias pendiente de su modelo y, lo más difícil, reconstruir la institucionalidad perdida y devolver el pluralismo y la autonomía de la creación cultural contemplada en la Constitución de 1999.
En este blog concebido para imaginar, diseñar y sistematiza y contribuir a realizar las políticas culturales democráticas el país merece queremos tomar lo mejor de la tradición heredada, superar el simplismo mental del chavismo, y abrir las puertas al pensamiento nuevo, contemporáneo, e innovador, acorde con estos tiempos digitales. Sus páginas están abiertas. Contamos contigo.
Con ese fin, propondremos algunas líneas de trabajo y reflexión intelectual alrededor para la concepción de estas políticas culturales del futuro inmediato. Invitamos a todo aquel que desee colaborar en el mismo, a comentar en él y realizar aportes positivos, críticos, sustanciosos.
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